Muchos niños han dejado de acudir al colegio debido al coronavirus, por lo que ha surgido una nueva crisis para los padres: ¿qué harán todo el día? Una cosa es entretenerlos el fin de semana, otra es hacerlo los 7 días de la semana por un periodo incierto. Por eso, Los Portales Depa, inmobiliaria en Lima, te muestra 4 actividades para hacer con los niños en casa.

Los colegios saben muy bien el secreto: hacer una rutina. Los niños están acostumbrados a tener un horario, por lo que hacer un cronograma para todo el día los mantendrá entretenidos. ¡Es más fácil de lo que piensas! 

Coge un lapicero y un papel y determina cómo pasarán los días en casa. El objetivo es mantener a los más pequeños ocupados y aprendiendo, mientras tú te ocupas de hacer otras cosas. A continuación, te enseñamos cómo diseñar una rutina para tus hijos:

1. Empieza con su rutina escolar

Utiliza su horario escolar como base y continúa con la rutina que ha mantenido:

• ¿A qué hora suelen desayunar, comer su merienda y almorzar?
• ¿Cuándo tienen un receso?
• Divide el día en horas, así como sus materias escolares.
• Si tu niño tiene tareas, lo mejor sería que las haga en su horario habitual.

2. Dedica tiempo para jugar

Luego de haber establecido horarios para el refrigerio y los deberes escolares, estás listo para organizar el resto del día. De hecho, dedicar tiempo para jugar es fundamental para los niños. Cuando un pequeño imagina, crea, construye o inventa, realmente está aprendiendo.

En su nueva rutina diaria, dedica entre 15 a 30 minutos de tiempo para jugar (dependiendo de la edad de tu hijo). Cuanto más juegue, más aprenderá. Algunos tips para que la hora de juego sea efectiva son los siguientes:

• Deshazte de los juguetes rotos o los que ya no usan.
• Prioriza los juguetes multifuncionales: los juguetes con luces y baterías que cantan y hablan no van a estimular a que tu hijo juegue como los juguetes simples (piensa en los que utilizabas en tu infancia: bloques, carros, muñecas y cocinas).
• Limita la intervención de los adultos: el juego es trabajo del niño, no de los adultos. Acepta algunas invitaciones para jugar, pero no te sientas culpable si no puedes aceptar todas. Los niños tienen que jugar solos (esto no quiere decir que no necesitan supervisión).

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3. Programa algunas actividades sencillas dentro de casa

Si bien les puedes ofrecer juguetes para que se diviertan libremente, los niños también se emocionan cuando los padres propician la diversión. Piensa en las actividades como invitaciones para jugar. 

Las actividades sencillas bajo techo pueden ser una solución y una excelente manera de practicar aptitudes escolares y entretener a los niños. A medida que planifiques su calendario, piensa qué momentos pueden ayudarlos a pasar de una actividad a la otra, por ejemplo, después del descanso o antes de la cena.

A continuación, te mostramos 4 sencillas actividades bajo techo perfectas para romper con la jornada:

• Carretera de cartón: aplana una caja de cartón y dibuja una carretera con un plumón. Añade bloques, camiones y otros juguetes para que los niños construyan una ciudad.
• Envase para lavar juguetes: deja que tus hijos laven sus juguetes de plástico. Añade burbujas, esponjas, toallas y otros artículos. 
• Arte reciclado: encuentra algunos materiales reciclables (como el portahuevos de cartón o los rollos de papel higiénico o toalla) y deja que tus hijos los pinten. Los niños adoran pintar objetos al azar y hacer creaciones maravillosas con ellos.
• Notas adhesivas para emparejar: dibuja letras, números, palabras o problemas matemáticos en notas adhesivas y escóndelas en tu casa para que tu hijo las encuentre. Luego, haz que las pegue sobre un papelote en la pared. Por ejemplo, en el papelote puedes escribir O_O y esconder la letra «S» para que tu hijo, luego, la pegue donde debe ir y forme la palabra OSO. Así, aprenderá a escribir las palabras.

4. Fomenta la lectura

Numerosos estudios resaltan la importancia de la lectura en niños. Estar todo el día en casa es una gran oportunidad para incrementar ese hábito. Establece momentos de lectura. Entre 15 a 20 minutos al día es una gran manera de empezar. Recuerda que ese es el total de minutos, no todo a la vez. Tienes que dividirlos. 

Considera estructurar este momento de lectura de distintas formas: el padre lee en voz alta, el niño lee en voz alta (si ya aprendió a leer) y la familia lee en silencio. Si tu niño quiere prolongar un periodo de lectura, no hay problema si lo hace y el horario se desconfigura. No hay nada mejor que leer. Además, puedes pasar una actividad prevista para el día siguiente.

Por supuesto que, pese a que tengas el calendario perfecto, habrán días en donde no tendrás energías para realizar la actividad más simple y los dejarás ver un episodio más de su serie favorita. Y eso, también, está bien. Haz lo que tengas que hacer para sobrellevar el día. Podrás reanudar la rutina al día siguiente. ¡Esperamos que esta información te haya resultado útil!

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